Por primera vez nos preparábamos para asistir a un evento deportivo de talla mundial. No es el mundial de fútbol de mayores, pero ante la oportunidad de realizar el acto inaugural del segundo evento más importante de la FIFA en nuestra querida Barranquilla, no podíamos dejar de asistir y he aquí un escueto intento de registrar lo que vivimos ese día, Julio 29 de 2011.
La llegada.
Habiendo comprado con más de 4 meses de antelación las entradas al evento, de discutir con TUBOLETA por su falta de seriedad y cumplimiento en la entrega de las mismas,y haber ganado un par de boletas más en la misma localidad del estadio en la que había adquirido las otras entradas y compartirlas con un amigo y su esposa, llegamos a la entrada del estadio que nos correspondía, no sin antes sortear toda clase de obstáculos y retrasos ocasionados por la lluvia que durante toda la tarde bañó nuestra ciudad; ya en este punto, mi amigo y yo entramos sin problemas, pero a su esposa no la querían dejar entrar, la razón fue que una de las entradas que adquirí en TUBOLETA era falsa, eso decía un cachaco prepotente, que nunca falta en nuestra tierra, y que viene a enseñarnos como ser civilizados.
El tipo monto su show, se comunicaba por AVANTEL con el que me imagino era poseedor de una inteligencia superior y que nunca le contestó, y pidiendo reiteradamente que le confirmaran si el código de la boleta era autentico, que él creía que la habían comprado con una tarjeta de crédito “caliente”, en mi absoluto desconocimiento de su jerga creo que quiso decir robada o clonada, yo me imaginaba fuera del estadio resolviendo una compra que hice con mi tarjeta de crédito que no sé en qué momento se me dio por clonarla, tal vez para que mi esposa no leyera el estado de cuentas. Al final al pequeño fascista encargado del punto de acceso se le dio por escucharme:
-señor yo compré las entradas en TUBOLETA.COM, las pagué con mi tarjeta de crédito.
-¿usted las compró?
- Si.
-¿Cómo se llama usted?
- Fulano de tal…
-muéstreme su cédula por favor don fulano de tal…
- Con gusto, aquí la tiene…
-Mis disculpas por favor siga usted y que disfrute del espectáculo…
-Muchas gracias…
Después de esto, ya nada podía dañarnos la ilusión de asistir a la inauguración de un mundial de fútbol.
El usurpador, la espera y los vendedores de comidas autorizados.
Al llegar a los lugares asignados nos encontramos con un individuo ocupando una de nuestras sillas, al intentar establecer un diálogo con este sujeto y ser prácticamente ignorado, entró a mediar un personaje muy singular, un querido turista del medio oriente y que de ahora en adelante será conocido como el turco,- mal hábito el nuestro de decirle turco a todos los oriundos de aquellas latitudes-. Una vez solucionado este impase o al menos eso creímos, y luego de haber desplazado a más de la mitad de la fila un asiento, porque el sujeto que estaba ocupando nuestra silla venía acompañado de 3 turistas venezolanos y alegaba ser el poseedor de un puesto que se encontraba en la misma fila pero unos espacios más adelante y no quería separarse de sus amigos extranjeros, nos dispusimos a esperar el acto inaugural y el partido entre los seleccionados de Brasil Y Egipto; pero con el paso de las horas, y como entre cielo y tierra nada hay oculto, descubrimos que el acompañante de los venezolanos no era dueño del asiento que dijo poseer y al final lo logramos desterrar, también sufrimos con la absurda disposición de los asientos en el estadio, el día que se presente una emergencia va a haber más gente lastimada por no poder salir rápidamente que por la emergencia en sí, y ni hablar del atraco a mano armada que fue orquestado por los vendedores de comidas, no puedo creer que permitieran que estos personajes cobraran $ 9.000°° por un paquete de papas fritas que en el supermercado cuesta tan solo $ 2150°° aún recuerdo y me rio que los borrachos del palco que estaban detrás de nosotros pidieron 4 paquetes y después de abrirlos preguntaron el precio, 36 mil pesos contesta el amable vendedor inclusive le piden rebaja -“déjanos en 40 mil los 5 paquetes” -“no puedo ahí es donde está la ganancia” cuanto cinismo.
Entre arengas y olas, entre el bullicio, la alegría, la espontaneidad que nos caracteriza y el buen humor de nuestro amigo turco que apoyaba a Brasil y a Egipto y que estaba acompañado de su pequeño hijo e hincha a rabiar de Brasil, esperamos hasta que faltaron unos 15 minutos para la hora de inicio del Show, en ese momento hizo su aparición Rosanna Lignarolo, la Coreógrafa encargada del montaje del espectáculo, dando según ella unas pequeñas instrucciones que le darían el toque final a su tan esperado montaje artístico que sería una muestra cultural de todas las regiones de nuestra amada geografía nacional. Ella nos pidió acompañar con las palmas, ponernos de pie, y hacer la ola cuando uno de los cantantes lo solicitara, pero se le olvidó un pequeño detalle, indicar cuál era la señal y por dónde los casi 50 mil espectadores debíamos empezar. De pronto, se apagan las luces, y se escucha retumbar con fuerza el palpitar de un corazón, el Corazón de todos los colombianos orgullosos de mostrar al mundo que somos muchísimo más de lo que los medios internacionales han mostrado por años. La cuenta regresiva ha empezado, la piel se me eriza y me siento orgulloso de hacer parte de este evento que quedará en la historia de nuestro país.
La Ceremonia.
Empiezan los juegos pirotécnicos, salen los bailarines derrochando alegría, las luces multicolor inundan al Coloso de la ciudadela, cantantes entran y salen de escena, danzas de distintas regiones se perciben por doquier y en las pantallas gigantes no se alcanza a apreciar lo que de verdad vale la pena ver, la producción para TV fue pésima, como ha dicho Rosanna Lignarolo, pero si ella era la responsable del montaje, ¿acaso no debió coordinar con los productores de televisión que tomas realizar?, no he visto lo que la teleaudiencia apreció en sus hogares, pero si me di cuenta de muchos movimientos de los bailarines pensados para ser mostrados en primer plano nunca fueron enfocados por las cámaras, en verdad no puedo decir que fue malo el espectáculo, pero sí que se quedó corto, falto de planificación, no se vieron los más de 3.3 millones de dólares que el alcalde dice haber invertido, la calidad del sonido fue pésima, no entendí ni una sola de las canciones, el presidente no pudo dar el discurso inaugural, no se hizo ni una sola prueba de sonido en las horas previas al inicio de la ceremonia, muchos de los bailarines estaban perdidos, la ola nunca se hizo, tal vez porque ninguno de los 50 mil espectadores supimos por dónde empezar porque los artistas no salieron a ensayar con nosotros esos pequeños detalles. En fin, se vio mucha improvisación, mostramos lo que lamentablemente practicamos muy a menudo, dejar todo para último momento, confiar en que los planetas se van a alinear y todo va a fluir según lo imaginado mas no planificado. De la coreografía debo decir como sobrino de un autentico folclorista, Carlos Franco Medina (q.e.p.d), que Doña Rosanna se quedó corta y dejó mucho que desear de su profesionalismo, no se vio fluidez en las danzas de las regiones del interior del país y para rematar en entrevista con el diario El Heraldo de Barranquilla, publicada el 31 de Julio de 2011 se encargó de echar al agua a más de uno:
“…”Nunca entendí por qué Shakira no vino. Soy una de las críticas arduas de ella por no estar aquí”, asegura Lignarolo ante el desaire y reconoce que no había un plan B “porque era Shakira o era Shakira. Carlos Vives nunca me respondió y Juanes tampoco. No tenemos a más nadie, era ella la que tenía que venir”…
…Que si Barranquilla está preparada para seguir siendo el punto central de este tipo de celebraciones, “de eso no quiero hablar. Yo sí lo estoy, pero la ciudad no. Esto era un Mundial. Yo lo decía todos los días en los ensayos. Esto es un Mundial, una responsabilidad enorme”, narró con tristeza y añadió que “lo grité a los cuatro vientos y dos personas no me escucharon”. Se espera que la Lignarolo cuente mucho más de lo ocurrido…”
Creo que esto habla de su calidad como persona y como profesional, uno debe asumir la responsabilidad por sus actos y no simplemente lavarse las manos. En fin, quedará para la historia todo lo que se pueda seguir diciendo al respecto.
Después de disfrutar del Show y de los juegos pirotécnicos del final, que para mí salvaron la patria, nos dispusimos a disfrutar del partido, a reírnos con las locuras del turco apoyando a ambos equipos, riéndose de los borrachos que estaban en los palcos detrás de nosotros.
La salida.
Al finalizar el partido, no tuvimos contratiempos para salir del estadio, y mientras caminábamos con nuestros amigos nos dimos cuenta una vez más de cuan pequeño es el mundo, el sujeto invasor de nuestra silla, terminó sentado detrás de ellos, 14 filas más abajo de donde nosotros estábamos, y alegando porque lo había hecho quitarse de mi puesto, al final no entiendo como ingresó, estoy seguro de que boleta no tenía.
De cualquier forma la pasamos muy bien, disfrutamos y nos reímos, pero lo mejor de todo haber estado acompañado por mi esposa y nuestro bebé…
