lunes, 8 de agosto de 2011

Una experiencia inigualable


Por estos días las vidas de mi esposa y la mía han cambiado y sé que los cambios apenas comienzan, el pasado martes 2 de Agosto tuve una experiencia que marcó mi vida para siempre, mi ser se estremeció, mi corazón palpitó más fuerte que nunca y quería salirse de mi pecho, las lagrimas inundaron mis ojos y mis manos temblaban, hoy Dios me dio la bendición de ver por primera vez a mi hijo y escuchar su corazoncito latir con mucha fuerza e ímpetu.
Gracias Dios, gracias mi amada esposa por ese regalo maravilloso, los amo!!!

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